La historia de una pandilla de chavales que viven en el mismo distrito y en la misma época. Asisten por casualidad a una brutal tunda de un agente de la ley a un pequeño traficante que concluye con la muerte de este. Un relato de amistades juveniles, de primeros amores y de compromiso. La pandilla le monta un entramado de espionaje al policía para hacerle confesar.
Una historia de la urbe. Por las calles que dan al mar, a la playa. A un conjunto de casas bajas en una pequeña aldea cuyas esquinas salen de manera directa a la arena. La primera viñeta tiene en primer plano esas casas y de fondo las torres gemelas del Port Olímpic en construcción, una vieja fotografía en tonos sepia que abre el magistral diseño del cromatismo acorde con la historia. De lo deslumbrante a lo crudo.
NOS CUENTAN + EN UN BLOG QUE OS RECOMIENDO CIEN POR CIEN, EFEEME: “Ojos grises”, de Fernando Llor, Roger Vidal y Álex Batlle