Hace más de una década, Amor Towles nos llevó al electrizante Nueva York de los años 30, donde vivimos las experiencias de dos jóvenes en busca del éxito: Katey Content y Eve Ross coinciden una Nochevieja con Tinker Gray, un joven de la alta sociedad que las introducirá en un mundo que desconocen y cuyas normas de cortesía y educación son ajenas al joven Gray. Fue un éxito de ventas inmediato. Tras este éxito, que situó a Towles en el punto de mira de la literatura internacional, se aventuró con Un caballero en Moscú, una novela escrita al más puro estilo teatral -todo transcurre en un único escenario- en la que descubrimos cómo el conde Rostov vive su vida como “huésped” en el hotel Metropol de Moscú tras ser condenado por los bolcheviques por traición; bajo la batuta de towles…
Amor Towles es el autor del libro Un caballero en Moscú.
“Me interesa crear universos que lleguen a muchos lectores”, dice Amor Towles. Está claro que lo ha conseguido con su fantástica novela.
Imagina una época en la que los libros han quedado anticuados, sus páginas físicas sustituidas por lectores electrónicos con capacidad para millones de ejemplares. Cuando puedas pasar de leer la última aventura de ciencia ficción de Hugh Howey a realizar tus sueños con Alex Honnold hojeando vívidas pantallas, limpiando la suciedad de tus zapatillas de escalada y pisando literalmente una reimaginación en 3D de tu ruta favorita. Cuando puedas perderte en una red interminable de novelas, historias y mundos ficticios aún por crear. Ese es un futuro que Amor Towles considera posible. Porque, en el fondo, sabe que los libros son algo más que tinta sobre papel o bits de datos sobre una pantalla.
Amor Towles compartió sus ideas sobre cómo se siente al vivir su pasión por escribir novelas.
Amor Towles tiene un rico futuro por delante escribiendo para el público.
Lo último de Amor Towles tiene el aroma de Huckleberry Finn. La autopista Lincoln, publicada en España por Salamandra, acaba de llegar a las librerías. Esta aventura de cuatro jóvenes que persiguen sus sueños a través de los Estados Unidos por la autopista Lincoln nos llevará a un viaje de descubrimiento a través de las mentiras y la traición, el racismo, la amistad y cómo las palabras pueden tener múltiples significados dependiendo de cómo decidimos usarlas. The Lincoln Highway nos traslada a una árida década de 1950 en la que dos hermanos huérfanos se embarcan en un viaje de supervivencia y descubrimiento que les lleva desde su Oklahoma natal hasta la ciudad de Nueva York y, finalmente, a Tennessee. Conocemos a Towles durante su visita a Madrid, donde vive a tiempo parcial; hablamos con él del éxito y la polifonía de su nueva obra; descubrimos con el escritor del momento cómo los niños se adentraron en esta autopista casi a ciegas. Comenzamos.
La historia se centra en tres personajes, tres chicos de 18 años que proceden de entornos diferentes. Emmet Watson se ha criado en una granja del Medio Oeste, algo que influye en el tipo de chico que es: es práctico, honesto, directo, poco carismático; por otro lado, Dutchess y Woolly han crecido en zonas diferentes de Nueva York, Dutchess es de un barrio muy duro y complicado, una zona difícil, su padre era un actor fracasado, además de un bebedor y un buscavidas, un tipo del mundo del espectáculo que se ha pasado la vida intentando sobrevivir, gorroneando.
+ en: Amor Towles: “Estoy interesado en crear universos que lleguen a muchos lectores” – Zenda
Amor Towles habla de “Un caballero en Moscú” y de cómo ha encontrado su voz al escribir
Son tres personajes diferentes, con personalidades muy distintas que reflejan diferentes visiones del mundo y diferentes éticas, que, al final, son tres representaciones diferentes de lo que pueden ser Estados Unidos. En cierto modo, también es como un mural: uno puede situarse frente a él y ver cada elemento por separado, pero, al mismo tiempo, experimentar toda la narración.
Esta es su novela más polifacética, ¿por qué narrarla con tantas voces?
