Es la historia de cuatro portugueses y lo que experimentan en sus vidas tras un cambio radical después del 25 de abril del año 1974.
Después de la esperanza generada por la revolución se suele experimentar frustración pues normalmente las expectativas y esperanzas no se cumplen.
De ahí el título,”Las cenizas de abril”, que pretende mostrar lo que queda de todo movimiento social al pasar el tiempo.
La novela comenzó a gestarse en 2008 cuando ni siquiera se intuían las revoluciones de los países árabes. El libro quiere demostrar que la historia se repite. El autor es crítico con el capitalismo y esperanzado con esta nueva ola de revoluciones.
Para el autor, la Revolución de los Claveles supone “la última revolución” en la que aún existe un cierto equilibrio entre capitalismo y comunismo. Y en su opinión, éste equilibrio se rompería más adelante con la caída del muro de Berlín.
Aunque la novela huye del género histórico es la historia de cuatro personajes y sus vidas se van desgranando en sus páginas.
En esta novela lo que realmente tiene importancia es el peso psicológico de los personajes y cómo afrontan el cambio de paradigma y también el deterioro de un régimen.
Son cuatro personajes que reflejan fielmente las contradicciones y también la fragilidad humana: Sophia es la revolucionaria que procede de las clases más afines al régimen, Fernando es el luchador idealista y el inspector Andrade representa la vertiente más represiva del régimen.
Manuel Moya guarda especial cariño a este último personaje, a quien la vida lo ha convertido en una persona muy distinta a la que aspiraba ser.
Las cenizas de abril ha ganado el premio Fernando Quiñones.
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