Explora la vida del escritor y periodista Adolo Mier Rivas en su obra «Qué libro de Mier… Memorias de un semiserio», un viaje por la historia política y cultural de Bolivia a través del humor y la resistencia.
Adolo Mier Rivas, en su obra «Qué libro de Mier… Memorias de un semiserio», nos invita a un viaje por su vida, marcada por la resiliencia y el humor, elementos que definen su trayectoria como escritor y director del famoso elenco del café concert Chaplin Show.
Nacido en Oruro en 1939, Mier se sumerge en su pasado como periodista en las vibrantes ciudades de Cochabamba y Santa Cruz. Aunque no es estrictamente un libro de humor, el ingenio y la agudeza caracterizan su narrativa. Autor de dieciséis libros de diversos géneros, Mier ha dejado una huella indeleble en la literatura boliviana.
Durante su dirección en OPINIÓN, cuando aún era un semanario, Mier vivió en una época marcada por dictaduras de diversa índole. Esta época turbulenta, especialmente en Cochabamba con la presencia de cinco grupos paramilitares, forjó en Mier un periodismo de resistencia y compromiso con el pueblo, a menudo con grandes riesgos.
El libro es un mosaico de experiencias: desde las historias persecutorias de su padre, la cobertura de la guerrilla del Che Guevara, hasta su vida académica en Argentina, donde se forjó como el escritor bohemio que conocemos hoy.
Mier pasó su infancia en Cochabamba y luego vivió en Santa Cruz, donde desarrolló su característico humor. Actualmente, es un consolidado escritor y director en Chaplin Show, un proyecto humorístico que inició en Cochabamba hace veinticinco años.
El teatro fue su primera pasión, iniciando en la radio con el programa “Habla Juan” junto a José Oropeza de los Llanos. En 1973 fundó la compañía de teatro Hombres Trabajando, y también fue parte de Tralalá Show, donde conoció a sus futuros socios. Figuras como René Hohenstein, Peter Travesí y Cuqui Morató, son solo algunas de las personalidades que han colaborado en su trayectoria.
La influencia de Mier en el teatro y periodismo boliviano sigue siendo significativa. Sus obras a menudo reflejan una mezcla de crítica social y humor, aspecto que lo ha convertido en una figura emblemática en la cultura boliviana. Además, su estilo de escritura es destacado por su capacidad para entrelazar la comedia con momentos serios de reflexión sobre la realidad política y social de su país.