Hace ya un tiempo la simbólica catedral de Notre Dame en la ciudad de París fue asolada por las llamas. Pese a que todavía preservaba su oficio religioso, lo que realmente apenó a miles y miles de personas fue la pérdida de un patrimonio de la humanidad, un símbolo de la urbe, un sitio que ha inspirado a múltiples artistas y que como es natural ha sido la atracción de millones de turistas.
La destrucción de grandes monumentos no es una situación excepcional, puesto que ha ocurrido durante la historia. Exactamente de ahí que merece la pena hacer un recuento, de saber de qué manera se edificaron, lo que
significaron y lo que se ha perdido cuando han sido irrecuperables. En el vídeo nos van a hablar de letras y monumentos, de letras y destrucción.
