Es la obra de un Julio Verne visionario – ¿Cuales fueron las predicciones del escritor? Te Resumimos la obra y la vida de Julio Verne…
Se han hecho muchos resúmenes de la obra de Julio Verne y de sus predicciones científicas, y es lógico porque resulta que muchas de ellas se cumplieron. Si a ti también te interesa la obra de Julio Verne, voy a contarte más cosas, y empezaré diciéndote que ahora se puede adquirir la colección completa de los libros de Julio Verne en la página de coleccionables de RBA. Y es que absolutamente nadie había creado un relato en el que se mezclara de forma tan perfecta una trama aventurera con hechos científicos antes de los Libros de Julio Verne.
Ya siendo Verne un aspirante joven e ignoto a lo que sería en un futuro, sus ingresos eran bastante magros. Para ganar algún dinero extra trabajaba a tiempo parcial en la bolsa y redactaba artículos breves sobre temas científicos y también históricos. Estos trabajos divulgativos le demandaban documentarse extensamente sobre múltiples aspectos teóricos y científicos.
Alfred de Falloux, ministro de Educación de Luis Napoleón Bonaparte, decretó una ley que daba a la Iglesia la tutela de una gran parte de la enseñanza primaria y suprimía limitaciones previamente impuestas a los religiosos para ejercer de profesores en la escuela secundaria. Este tipo de cosas influencian en los autores de la época.
Pero lo que a las obras de Julio verne le han dado un cierto carácter de soñador ha sido la aguda intuición de ciertas de sus propuestas. Por servirnos de un ejemplo, en De la Tierra a la Luna elige el sitio de lanzamiento no lejos de Cabo Cañaveral, en Florida.
Verne refleja desdén por los banqueros y el capitalismo, quizá por sus experiencias cuando trabajaba en la bolsa. No obstante, no toda la intelectualidad francesa de entonces exudaba optimismo por la veloz industrialización y el desarrollo tecnológico. La corriente romántica sospechaba de la cándida confianza en el progreso. Con su medievalismo gótico y su intrínseca religiosidad, los románticos hacían una apasionada vindicación de lo orgánico sobre lo inorgánico y de lo cualitativo en frente de lo cuantitativo. Para ellos, las emociones y el instinto tenían un valor superior al racionalismo y la planificación.
Algo incesante en la obra del escritor de Nantes es el introducir en sus tramas inventos científicos y tecnológicos que en ciertos casos eran inconcebibles en la época. Y todas y cada una estas predicciones las hacía el escritor francés cuando apenas había empezado su carrera literaria… Las ficciones futuristas de Julio Verne, criticadas en su día como hemos visto por su editor Hetzel, establecen propuestas como cohetes que llegan a la luna, máquinas que vuelan y navíos submarinos.
La aviación era aún ciencia ficción en la temporada en la que escribía Julio Verne. Sin embargo, el escritor de Nantes ya había concebido automóviles voladores en sus historias, singularmente en Robur el Conquistador con el enorme helicóptero Albatros, mas asimismo en Dueño del planeta de mil novecientos cuatro o bien en La increíble aventura de la misión Barsac en las que aparecen ingenios voladores.
Son incontables las profecías técnicas y sociales que Julio Verne aventuró en su obra, como los viajes que intuyó a zonas del planeta que en su temporada, la segunda mitad del siglo XIX, aún continuaban ocultas y su esencia suponía una incógnita. El mapamundi de su tiempo aún presentaba esenciales huecos y espacios en blanco que no serían rellenados hasta bien entrado el siglo siguiente y, sin embargo, el escritor adentra a sus personajes hasta las fuentes del Nilo o bien hasta el averno de hielo de los polos .
Las biografías de Julio Verne cuentan una anécdota, seguramente apócrifa, sobre su precocidad aventurera. Era descendiente de un estirpe de abogados de Nantes, urbe enriquecida merced al comercio de esclavos. En sus años de educación secundaria, en los que ganó un premio de geografía, prendió su afición a coleccionar gacetas científicas. También devoró libros de aventuras, desde Robinson Crusoe a Ivanhoe, y dedicó poemas a su primer amor, mademoiselle Caroline.
El joven Verne frecuentó los entornos literarios de la ciudad de París, donde conoció a Balzac y Víctor Hugo y entabló amistad con Alexandre Dumas hijo. Más tarde conoció a Honorine Deviane, una viuda de Amiens que tenía 2 hijas, con la que se casó en mil ochocientos cincuenta y siete. En mil ochocientos sesenta y dos se generó un encuentro definitivo. Julio Verne entregó al editor Pierre-Jules Hetzel un manuscrito que combinaba la literatura con la divulgación científica. Se trataba de 5 semanas en globo, trasunto de los vuelos de su amigo Nadar, que se convirtió en un éxito de ventas sin precedentes.
Los primeros títulos, de pequeño formato, se publicaron por partes en el Magasin d’Education et de Récréation. Los Viajes Excepcionales tenían como objetivo resumir los conocimientos “amontonados por la ciencia moderna” y darlos a conocer de una manera “atrayente”. Esas entregas iniciales de los Viajes expepcionales son un canto a la dicha que el progreso traería para el hombre.
Transcurrido el tiempo, no obstante, los libros de Verne se vuelven más fatalistas. La Europa de Julio Verne vivió una revolución industrial. Las fábricas, la tecnología, la máquina de vapor, el telégrafo y las comunicaciones convirtieron el planeta y lo empequeñecieron: la apertura del canal de Suez, el tren del Pacífico en E.U. o bien el Transiberiano en Asia acortaron las distancias. La vida sedentaria de Julio Verne no le impidió recorrer los planetas con el pensamiento en De la Tierra a la Luna y otras obras.
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